miércoles, abril 15, 2015

Tuiza. Las culturas de la jaima. La poesía saharaui presente en la exposición de Federico Guzmán. Palacio de Cristal, primavera 2015

La poesía saharaui en español tendrá una destacada presencia en la la exposición de Federico Guzmán: Tuiza. Las culturas de la jaima que ha sido organizada por el Museo Reina Sofía en coproducción con Fundación Donostia / San Sebastián. Los poemas de la Generación de la Amistad saharaui estarán presentes en las voces de Zahra Hasnaui y Bahia Mahmud Awah
Cada jueves a las 19h. Del 16 de abril al 4 de junio. Los recitales cuentan con la participación de poetas de diferentes orígenes. Se podrá escuchar a la Generación de la Amistad, con los saharauis Zahra Hasnaui y Bahia Mahmud Awah
Federico Guzmán. Tuiza. Las culturas de la jaima. 16 abril – 30 agosto, 2015 / Palacio de Cristal, Parque del Retiro Mobiliario. Museo Reina Sofía
*Texto y selección poética de Zahra Hasnaui
Nadie ignora la incidencia inevitable de la realidad en la literatura de los desterrados, tanto la pasada como la presente. En el viaje hacia lo desconocido, se transporta un amplio bagaje emocional con el que se establece una relación amor-odio. Por una parte, se quiere dejar atrás lo acaecido; por otra, se resiste uno a renunciar por constituirse en el nexo, frecuentemente el único, con las raíces.
En la segunda vertiente, surge la necesidad de compartirlo, como si al hacerlo uno se despojara, aunque sólo en parte, y sólo por episodios, del dolor intermitente. De hecho, un gran número de especialistas en la materia coinciden en concretar esa reacción en la predisposición del exiliado al testimonio. La aserción se cumple en nuestro caso; a veces de forma inconsciente, a veces dolorosamente consciente, hemos narrado las vivencias personales, diluidas, de forma reiterada, en las colectivas.
Demasiados compañeros piden el paso a la palabra: la necesidad de reconstruir los recuerdos borrosos; la de compartir el imborrable; la nostalgia por lugares, parientes y amigos; la injusticia nueva, la longeva; la impotencia, la rabia que nos sustenta.
Nuestra poesía se ha convertido en la crónica y denuncia líricas de la situación saharaui en los campamentos, en las zonas ocupadas y en la diáspora. Hemos gritado lo que se siente con voces de fuego y versos refugiados, acompañados por la música del siroco. Somos nómadas en el exilio, rompiendo silencios con versos de madera.
Es difícil, escapar de la telaraña de la memoria que, como a Jorge Guillén, nos cubre malla a malla. O de la realidad de Juan Gelman, que como un martillo bate las telitas del alma.
Quizá, este esfuerzo colectivo por mantener la memoria sea nuestra originaria razón de ser.
Quizá, como anunciaba Rodolfo Walsh, en su exilio natal, por ser fieles al compromiso que asumimos hace tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.
Por la sangre, llanto y tierra en la suela de nuestros zapatos, como León Felipe allá en Méjico.
O como apuntaba Michael Ugarte porque “el exilio es uno de los escasos fenómenos en la historia en que el lenguaje se considera un instrumento más eficaz para el cambio social que la acción política.”
El caso es que la poesía de la Generación de la Amistad se nutre del sentimiento desgarrador del exilio en sus múltiples facetas:
- La fe en el regreso:

Bahia Awah.
Sí, expirará la mar del peso
De su noche
Sí, se acordará en el exilio
De su gente.
Y la mar, ésta
Nuestra, con sus cuajadas espumas
Negras, rojas, blancas
Y verdes,
Volverá a vernos, inevitablemente,
Seguro volverá a vernos.

Zahra Hasnaui
Volveré,
envuelta en mantos
de estrellas rojas,
a sanar las
aguas amargas.
A morir y renacer
en las entrañas atlánticas.

- El futuro incierto

Saleh Abdelahi
No quiero alimentar el perpetuo mañana
Con la rutina de hoy
Ni abrir con la misma llave
La misma puerta de este calendario

Ali Salem
Ando entre la inspiración y la desolación
Sin admiración, ni corona,
Huyendo de los buitres del pasado,
Con el constante temor a los buitres del presente

Ebnu
Se pospone el futuro
Hasta nuevo aviso

- La huella inevitable del tiempo:

Luali Lehsen
El tiempo va
Siempre va,
Dejando callos en las manos
De la historia,
El tiempo va, siempre va.

Zahra Hasnaui
Mentimos colgando
días pretéritos
en calendarios ajenos,
sin mirar,
no vayamos a ver
lo que ya no somos.

- El exilio

Limam
Este exilio
Es una larga estación de adobe.
Se derrama por el camino
Y se abrasa.
Saleh Abdelahi
Yo sé que esquivo las adversidades
Del exilio.
Que cierro los ojos y cultivo el desierto
En mis caminos con paisajes de jardines.

Chejdan
La vida en el exilio es una catarata de penas y, la alegría se dibuja por zancadas,
para atravesar el inmenso caudal.

Ali Salem
Poseer todo y no tener nada.
Vaciar los sentimientos de ambiciones
En busca de la verdad perdida.

Luali Lehsen
Desde entonces los días empezaron
A nacer muertos
Y nuestra infancia naufragó en la turbulenta marejada del éxodo.

Ebnu
Y mi casa fue ocupada
Por mis buenos vecinos,
Las cucarachas y los ratones.
Desde entonces vivo al borde
De un abismo silbando una vieja
Canción de cuna.

- La tierra:

Ali Salem
Me dueles tanto
Como el deseo
De encontrarte.
(refiriéndose a Dajla)

- La ocupación:

Limam
Alguien irrumpió
En esta tierra
Para cazar falenas
Para destruir la semilla
De los nidos en peregrinación

Ali Salem
Decirles que el desierto sólo conoce
A los nómadas, dueños del sol y el viento.

Chejdan
Las ciudades del Sáhara sombrío se levantan una vez más
Para gritar orgullosas
Basta! Basta¡ Basta¡

- La identificación con el otro:

Chejdan
Ojalá mis versos surquen
Tantos cerebros como
a mi alma llega tu súplica.
Hermano saharaui,
Yo también,
Estoy herido de muerte.

Ebnu
Ya no siento nada,
Salvo tu antiguo dolor multiplicado.

Zahra
Se agolpan tus clones y alborotados pugnan por salir en blanco y negro de mi garganta.

Luali
No ha muerto tu voz.
Tu voz vive entre los ruidos del mundo
Que te ha dejado sin voz.
Tu voz se ha ido a gritar su rabia
Desde el exilio del alma, a pregonar
La limosna de ser
Desde el silencio de su reencarnación en mi voz

Bahia Awah
En el silencio exiliado, cada noche sueño gritar vuestros nombres,
Sueño rosas de mi desierto
Sueño jacintos y esmeraldas.

- La espera:

Zahra
Siempre se pone el sol,
Siempre, dicen, llega la sombra.
¿Por qué esperas,
justicia esquiva,
agotar nuestra paciencia?

Ali Salem
En un grito te escucho
y me vuelvo a mí,
para contemplar
la fe de mi paciencia.

Chejdan
Hay relojes
Que no marcan la hora.
Y otros que gritan, se enfadan,
Lloran, y hasta se deprimen.
Pobre de mí, que no lloro, ni me enfado.
Resecado del bullicio ajeno
He perdido la noción del tiempo.
La melodía de la esperanza

Ebnu
Mi corazón empieza
a vagar por las costas
Y se remoja los pies descalzos
En las olas atlánticas de la paciencia.

Bahia Awah
Voy huyendo a la infinidad
Del tiempo.
Voy huyendo de los principios
Frustrados.
Voy huyendo de los que no creen
En el día
Que nacerá mañana.

Ali Salem
Pero volverán a surgir los hombres vestidos con palabras que el viento
Transforma en un enorme eco lleno de libertad.

Chejdan
Olor a incienso y miradas beduinas
Surtirán, entonces, nuestra vida.

Saleh Abdelahi
Alguien en la trinchera
Gritó tu nombre y desde entonces
En cada corazón que
va dejando para el dolor
una esperanza
me resuena tu nombre.

Limam
Pero en ti existe,
Una exuberante vegetación de memoria
Una brisa del océano,
Y esa próxima y
Anhelada lluvia nuestra.
La rebeldía ante el silencio

Luali Lehsen
Mi verso habla para callar
Los estampidos que perforan
Los tímpanos del silencio

Limam
Hay un silencio
Que quiebra la palabra
El lacerante olvido

Ebnu
Si un día me preguntas
Y no te digo nada
Será porque me fui
Tras la sombra del olvido

Zahra
Y día tras día,
se colorea el lienzo gris del olvido
a golpes cegados por la esperanza.
La desolación tras la guerra

Ebnu
Estoy solo.
Irremediablemente solo.
Ya no quedan zorros para domesticar
Ni ovejas ni rosas que cuidar.

Ali Salem
Ya no queda nada.
Ni antes, ni después,
Ni ahora,
Que sigues siendo
El refugio del poder.
El descrédito en la condición humana

Chejdan
No quiero ser
El hijo de un profeta
No quiero ser
El amigo de un valiente
No quiero ser
Pariente de los hombres.

Ebnu
Cualquier día
Me uniré a Dios
Para no sentirme solo.
Que pronto renace…

Saleh Abdalahi
me iré aunque tú no lo quieras a romper
las fronteras y mezclar las razas
me iré aunque tú no lo quieras a construir
a cielo abierto un lugar sin nombre
donde los hombres bajo el sol se funden en abrazos y perdón
ya que todos tenemos la misma sangre y bajo el sol la misma sombra.
La rabia contenida

Limam
Y aunque se han secado las fuentes
De la húmeda paciencia
Aún nos queda una gota de rabia
Quemándonos las gargantas

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